Firmar un contrato de franquicia es, para muchos empresarios, el inicio de una aventura apasionante. Pero, ¿qué ocurre cuando el camino se complica y surgen conflictos? Saber cómo actuar y anticiparse a los problemas puede marcar la diferencia entre un cierre ordenado y un proceso largo y costoso.
¿Resolución o rescisión? No es lo mismo
Aunque a veces se confunden, estos conceptos tienen matices importantes:
- Resolución: Se produce cuando una de las partes incumple gravemente sus obligaciones. Por ejemplo, si el franquiciado deja de pagar los royalties o el franquiciador no proporciona el soporte prometido.
- Rescisión: Suele deberse a causas externas o vicios en el contrato desde el principio, como engaños, errores graves o presiones indebidas.
En el mundo de la franquicia, la resolución por incumplimiento es lo más habitual.
Situaciones que suelen acabar en resolución
- Incumplimiento de obligaciones esenciales:
Si el franquiciado no respeta la imagen de marca, vende productos no autorizados o deja de pagar, el franquiciador puede resolver el contrato y reclamar daños y perjuicios.
- Falta de apoyo del franquiciador:
Cuando el franquiciador no cumple con la formación, la entrega de productos o el apoyo operativo, el franquiciado puede tener motivos para resolver el contrato.
- Incumplimiento de normativas:
Si cualquiera de las partes ignora licencias, estándares de seguridad o normativas sectoriales, puede exponerse a sanciones y a la resolución del contrato.
La cláusula de no competencia: ¿cómo te afecta?
Esta cláusula protege al franquiciador para que el franquiciado no monte un negocio similar usando el know-how adquirido. Es válida si es razonable en el tiempo (normalmente de uno a dos años) y en el alcance. Si se impone una restricción excesiva, podría ser impugnada.
Si el contrato termina y el franquiciado quiere seguir en el sector, es clave revisar bien esta cláusula y, en caso de duda, buscar asesoramiento.
¿Cómo evitar indemnizaciones inesperadas?
- Revisa el contrato con lupa:
Antes de firmar, estudia bien las cláusulas de duración, resolución anticipada, penalizaciones y no competencia. Un buen asesoramiento puede ahorrarte muchos disgustos.
- Documenta todo:
Guarda correos, burofaxes y cualquier comunicación relevante. Si surge un problema, tener pruebas claras es fundamental.
- Negocia antes de litigar:
Muchas veces, una negociación amistosa evita juicios largos y costosos. No dudes en buscar acuerdos extrajudiciales si es posible.
- Planifica el cierre:
Si ves que la relación va a terminar, prepara con tiempo el cierre del local, la devolución de material y la liquidación de cuentas. Así evitarás malentendidos y posibles reclamaciones.
Ejemplo real: aprendiendo de la experiencia
Imagina que eres franquiciado y, tras meses de falta de apoyo y retrasos en la entrega de productos, decides resolver el contrato. Gracias a que documentaste cada incidencia y notificaste formalmente tus reclamaciones, logras evitar una indemnización y cerrar el punto de venta de forma ordenada.
O piensa en el caso de un franquiciador que descubre que uno de sus franquiciados abre un negocio similar a escondidas. Al tener una cláusula de no competencia bien redactada y pruebas del incumplimiento, puede resolver el contrato y proteger su marca.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Qué pasa si no cumplo la cláusula de no competencia?
Puedes enfrentarte a reclamaciones económicas y, en algunos casos, a la obligación de cerrar el nuevo negocio.
¿Se puede negociar la resolución del contrato sin llegar a juicio?
Sí, y es lo más recomendable. Un acuerdo amistoso suele ser más rápido y menos costoso para ambas partes.
¿Cuánto tiempo dura la cláusula de no competencia?
Lo habitual es entre uno y dos años, pero debe estar bien justificada y no ser excesiva.
¿Es necesario asesoramiento legal antes de resolver un contrato de franquicia?
Siempre es aconsejable. Un abogado especializado puede ayudarte a evitar errores y proteger tus intereses.
Conclusión: la prevención es tu mejor aliada
Resolver o rescindir un contrato de franquicia no es solo cuestión de poner fin a una relación comercial. Las consecuencias económicas y legales pueden ser importantes. Por eso, anticiparse, contar con un buen asesoramiento y documentar cada paso es la mejor forma de proteger tu negocio.
¿Tienes dudas sobre tu contrato de franquicia?
En Cardador & Marín Abogados te ayudamos a revisar, negociar o resolver tu contrato para que puedas centrarte en lo que realmente importa: hacer crecer tu negocio con tranquilidad.
